El centenar de niños y niñas que esta semana están disfrutando de la actividad Aste Santua Realarekin han tenido la ocasión de vivir un momento muy especial. Los txikis han compartido un rato con los jugadores del primer equipo antes de que estos iniciasen su sesión de entrenamiento en el campo José Luis Orbegozo. Ni la lluvia que caía en esos momentos les ha borrado la sonrisa de sus rostros. Y, cómo no, les han dado muchos ánimos para el derbi del sábado.